La finca de las delicias italianas
“Catorcela” en calle 14 en Pocito se alquila para eventos, pero además incluye la comida. Se puede elegir el el menú según la hora, siempre con los sabores inspirados en la nona que vino de Torino.
Fincas para eventos hay muchas en San Juan. Sin embargo hay una que al alquiler le adosa un menú italiano para las distintas horas del día (aunque Silvina, la dueña, se toma la licencia de aportar su gustito bien criollo). Entonces si es un desayuno de trabajo habrá seguramente una opción con cappuccino y biscottis, si se elige el mediodía un antipasto y unas brusquettas. Si la juntada es la tarde, un panini o un tiramisú con chocolatada fresquita y si se elige que sea al atardecer o anochecer, no faltará un aperol spritz para coronar unas buenas pizzas, una foccacia o unas pastas, con una lasagna que es su especialidad. 
¿Donde pasa todo esto? En Catorcela, la finca ubicada en calle 14 (de ahí el nombre inventado), en Pocito.
Allí y para tan solo 30 personas y solo en la modalidad de eventos privados familiares o de amigos, inclusive encuentros de fin de semana para quienes no tienen ganas de cocinar pero si de disfrutar de un menú inspirado en los paisajes de pueblo de Maglione, Torino, desde donde llegaron sus antepasados –NDR: esto significa que no se puede ir en cualquier momento a comer, sino que es con reserva previa-,Silvina Castro Lucero reproduce lo que vivió en familia tanto materna como paterna, para quienes la cocina siempre fue la clave para generar un encuentro. O sea primero se pensaba que se iba a comer y luego se armaba la celebración, siempre desbordante de sabores.
“Nací y me crié con abuelas, tías y una mamá excelentes anfitrionas. De ellas, por supuesto, heredé el amor a la cocina –por parte de las nonas- y de mi mamá, a la pastelería”, dice esta supermujer que divide su día entre sus emprendimientos culinarios, el hobbie de las artesanías y la docencia. Además es bromatóloga (le quedan pendientes dos materias para la Licenciatura en Enología y Fruticultura en la Facultad Don Bosco de Rodeo del Medio, en Mendoza) y fue la ganadora del 2º premio del Concurso Provincial del Dulce de Membrillo Rubio en 2019.
El concepto de la emprendedora y quien verdaderamente mete las manos en la masa, ya que todo lo que ofrece es casero, es que su oferta no es “solo una comida” sino de “un momento, una experiencia con la comida, el lugar y los seres queridos, en la intimidad de un espacio al aire libre, un disfrute pleno”. Sumado a eso, como el lugar se cierra para el evento, puede garantizar la tranquilidad de poder disfrutar entre familiares y conocidos, sin nadie más.
Ella arma menúes según dos premisas: el gusto del cliente y el horario que lo precise, siempre con un sello tano. “Los desayunos incluyen, aparte del cappuccino y los biscottis, opciones con café con leche, chocolatadas, té, mate, yogurt, frutas, tostadas, tartas, fiambres, budines. Los almuerzos pueden llevar una entrada de un antipasto de fiambres, quesos, frutas frescas y secas, plato principal de pastas, carnes y postres italianos o algunas otras opciones como isla flotante, flan, panqueques con helado, café o té con una masa dulce. A la media tarde, la chocolatada o el cafecito o mate pueden combinarse con una picada de frutas, budines, tartas dulces, masas dulces, tortas, un atardecer de fiambres y brusquetas y a la noche pastas, calzones, pizzas o platos elaborados. Siempre, siempre podemos personalizar la propuesta”, indica Silvina, aclarando que los precios son por persona.
Además de la comida en la finca, Silvina Castro Lucero ofrece el servicio de cocina en casa. O sea ella organiza todos los ingredientes y va a cocinar a la vivienda de quien tiene un evento. También puede hacer viandas. Para contactarla: 264-4432926 ó silvinavcastrolucero@gmail.com.
** Beber con moderación. Prohibida la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años. **
