Los Dragones, Merced del Estero y Sierras Azules, comprometidas con el medio ambiente
Tres bodegas locales, junto con otras 19 de todo el país, lograron certificar sus prácticas sostenibles, una calificación que el mundo demanda cada vez más. Sus etiquetas empezarán a llevar el sello ´Vitivinicultura Argentina Sostenible´.
Los conocedores saben que los vinos de las bodegas Los dragones de Barreal; Merced del Estero de Rivadavia y Sierras Azules de Zonda se destacan por su calidad. Por lo que, lógicamente, se infiere que aplican buenas prácticas en toda la cadena productiva. Claro que si a eso le sumamos que desde hace un par de días cuentan con certificación que acredita que esos procesos son sostenibles, el valor agregado aumenta mil por mil porque es lo que el mundo demanda. Además, las tres, tienen las puertas abiertas al turismo y ofrecen servicio de gastronomía, actividades que también han sido auditadas y certificadas.
´La certificación se refiere al proceso de evaluación que una bodega debe cumplir con criterios de sustentabilidad ambiental, social y económica. Las prácticas que se implementaron en Finca Sierras Azules, aunque ya existían, ahora se llevan adelante con más rigurosidad. Son las BPA -Buenas Prácticas Agrícolas-, que son aplicadas en los viñedos y BPM -Buenas Prácticas de Manufactura- que son aplicadas a la elaboración del vino´, explica José Gianformaggio a cargo de la administración de esta empresa.
En cuanto a lo ambiental la bodega zondina realizó diferentes cambios que van desde el reemplazo de lámparas tipo bombilla a led en su totalidad, reciclado de productos sólidos y líquidos, reducción de los productos agroquímicos y su posterior reciclado de envases, hasta el análisis de agua, por mencionar los más destacados.
´En la parte social toda la mano de obra contratada en la finca es de la zona, además de la búsqueda de proveedores del lugar y lo que no se logra en el departamento se extiende a proveedores de San Juan´, explica Gianformaggio.
Para lograr los objetivos, los tres establecimientos ingresaron a un innovador programa impulsado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) que sumó a bodegas de 14 provincias vitivinícolas del país.
El logro llegó tras mucho tiempo de trabajo que demandó asistencia técnica, implementación de sistemas de gestión y auditorías realizadas por certificadoras internacionales IRAM, BUREAU VERITAS, OIA, LETIS, FOODSAFETY, LENOR GROUP y ECOCERT.
Los Dragones, bodega ubicada en Barreal, también hizo lo propio para alcanzar la certificación, proceso a cargo de Francisco Cruz. ´Empezamos a trabajar en mayo del año pasado con una guía de autoevaluación de nuestros procesos productivos que fue impulsada por Coviar. Comprende distintos aspectos relacionados con la sostenibilidad, la responsabilidad social, lo económico, ético, cultural, y está respaldada por la OIV, el INV y la Universidad Nacional de Cuyo. La certificadora Letis fue quien realizó la auditoria en diciembre acá en Barreal y nos aprobaron todos los procesos. Ese sello otorgado figurará en las etiquetas de las botellas de los vinos´, explica Cruz.
Estos procedimientos incluyen tanto a la actividad productiva primaria como la elaboración, por lo que además de la Finca Los Dragones, también certificó la Finca Pastorelli, que trabaja mucho con esta bodega calingastina
´ Esto nos permite demostrar nuestro compromiso con la sociedad y abre puertas a mercados internacionales que valoran estas certificaciones´, agrega Cruz.
El programa les permitió contar con asistencia técnica directa a cada bodega con consultores especializados para implementar un sistema de gestión de la sostenibilidad vitivinícola y la posterior auditoría de verificación y certificación en cada establecimiento y unidad productiva. Todo el programa fue financiado por el CFI y coordinado por COVIAR.
Sebastián Rodríguez de bodega Merced del Estero explicó que ´todo el año pasado trabajamos con mi esposa (María Laura Laplagne), que armó desde las planillas de registro hasta los manuales de procedimiento, y con Gabriela Laciar, la implementadora de normas, para lograr el objetivo. En bodega muchas de las cosas ya las aplicábamos pero a la par se hicieron capacitaciones para cambiar algunas formas de trabajo, algo que no resulta sencillo. En la finca también se pusieron en práctica las normas requeridas para tener una trazabilidad del producto, desde la uva hasta el vino. Eso facilita reconocer errores o problemas porque todo queda registrado. Esta es la primera etapa ya que continuaremos con otras normas para seguir creciendo´.
¿Cómo se realizó la selección para ingresar al programa?
“La elección de las bodegas se basó en la importancia del proyecto, la ubicación geográfica, su crecimiento como marca, la creatividad y el empeño e inversión por parte de los propietarios, además de la apertura al público y el complemento de la actividad gastronómica por lo que enriquecen la Ruta del Vino de San Juan», destacó Juan Carlos Hidalgo, director de Asuntos Vitivinicola de la provincia dependiente del Ministerio de Producción, quien participó del proceso y seguimiento hasta la auditoría final, junto con miembros del directorio de Coviar.
En total se han invertido 44 millones de pesos en un total de 22 bodegas y 31 unidades productivas de 14 provincias, provenientes de aportes provinciales a través del CFI.
La idea que surgió del seno de COVIAR tiene como fundamento que la sostenibilidad es uno de los ejes centrales de desarrollo contemplados en el Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) en su actualización al 2030.
La preocupación por la sostenibilidad a nivel de los procesos productivos es de interés creciente en los mercados del mundo, dado el uso intensivo en recursos naturales y de capital humano. En este sentido, existe un imperativo de alinear los niveles de competitividad de los países con su desempeño en esta materia. Al mismo tiempo, estas mejoras se traducen en oportunidades en cuanto a la contribución a la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. De esta manera, la sostenibilidad se introduce de forma creciente y transversal en todas las economías actuales, en donde los consumidores y la sociedad en general exigen menores impactos sociales y ambientales.
** Beber con moderación. Prohibida la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años. **