La tacita que se come

Hoy es el Día Internacional del Café y qué mejor forma de celebrarlo que tomando uno en esos recipientes preparados con masa de galletita de vainilla y recubierto en chocolate: una combinación increíble. Es tendencia en las cafeterías de especialidad del país y del exterior y para sumarse a esta moda, Sublime lo incorporó en su menú.

Los sanjuaninos que mirábamos con real envidia como porteños, cordobeses y fanáticos del café en distintos puntos del país, no solo disfrutaban de la infusión sino de comer bocado a bocado la tacita de galleta donde se ha puesto de moda servirlo, pueden dejar de sufrir: en San Juan, y para alegría de muchos, también se puede´, más hoy -1º de octubre- que justamente se celebra el Día Mundial del Café. En Sublime –la cafetería de especialidad ligada a la Academia de Baristas, ubicada en Libertador 521 oeste- se puede probar. Una excusa válida para darse un gustito.

El envase comestible es obra de Male Pérez la dueña de la pastelería Malene, que trabaja casi que en exclusividad para Sublime y prepara todos los bocaditos y tortas que allí sirven. En este caso es una galletita de vainilla consistente con un doble baño de chocolate con forma de pocillo. Claro que no es una taza común y corriente, sino que su capacidad es un poco más chica -90 mililitros- y lo fundamental, es muy rica.

“La galleta tiene que ser gordita para que pueda sostener la bebida que a la hora de tomarse, provoca un deleite porque al servir el café caliente, se derrite el chocolate y lo endulza, más el dulce de la leche texturizada o cremada (si es que se pide esa combinación) y el gusto del café queda algo exquisito. La gracia es ir tomando el café y dando mordisquitos a la galletita, casi como si fuese un cucurucho de helado. Es una idea increíble poder hacer un café, un pequeño cortado, un expresso, un capucchino, o la variedad que el cliente quiera en un vaso comestible”, dice Fernando Cortijo, barista Pro –léase con esta categoría que tiene todos los avales para servir las bebidas especializadas de la carta italiana, puntualmente el café de especialidad- de Sublime y profesor de la Academia de Baristas. Curioso, fanático del café, fue incursionando de a poco y animándose a probar sus propias recetas y a disfrutar de ir hasta las 12 mesas del lugar con todos los implementos para preparar en vivo, el pedido de cada cliente, explicarle los secretos y animarlo a que incursione en otras técnicas y metodologías para lograr cafés diferentes.

Él fue quien propuso seguir esta tendencia furor en todos lados, pero no olvida que el verdadero descubridor de este detallito gourmet fue Pablo Aguilar, uno de los socios de Sublime –junto con Juan Franco Bersezio, el propietario de la Academia de Café-, hace 3 años por lo menos. Fanático del café y por ende de Colombia, lugar que soñaba conocer antes de tener su propio local de café de especialidad, investigaba todo lo que llegaba a sus manos sobre la infusión, mientras conseguía certificaciones a nivel nacional e internacional. Leyendo vio que en el país latinoamericano se servía en unos recipientes de galletas. No sabía ni la receta, pero intentó hacerlo para convidar a los amigos de la academia, una vez que terminó el curso. Esa vez gustó y fue tan solo un ejemplo pasatista. Ahora volvió y con fuerza a este local, en el que se pueden tomar cafés de especialidad y probar granos de diferentes puntos del mundo, pero además con el privilegio de que muchas veces sean granos recién molidos porque se hace en la sede de enfrente, dónde está academia con todo su equipamiento. Allí también se pueden probar muchas opciones de pastelería y variedad de sándwiches, tostados y brusquetas. Pero eso no es todo. Otra característica de Sublime (abre de lunes a viernes de 7 a 22 y los sábados y domingos, a partir de las 8 y hasta las 22) es que es Pet friendly. Y, un detalle más, este domingo 6 de octubre, presentan su carta nueva, con más sabores para descubrir.

“Nos encantó incorporar las tacitas comestibles porque son tendencia, para dar otra opción a quienes les gusta degustar sabores nuevos y para quien lo probó, porque gusta mucho, de hecho es muy pedido. A grandes y chicos les gusta, no solo por el sabor sino porque hasta queda lindo para las fotos porque permite hacer arte latte”, agrega el barista que ya está pensando otras innovaciones con esta tacita, la más rica, agregando pasta y pistachos molidos en el borde o ser el envase de un affogato, o sea un café expresso con una bocha de helado de vainilla.

** Beber con moderación. Prohibida la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años. **