Alcauciles: un solo corazón en varias versiones

Hace unos días, Alfredo Morales encabezó junto a otros colegas y productores locales una original propuesta en su restó: el Festival del Alcaucil para poner en valor los sabores de la tierra.

Fresco, a la parrilla y con vinagreta, en tortilla, en crema. Como protagonista del plato o como guarnición. Todas estas preparaciones con alcauciles -algunas de ellas, inéditas y diferentes, todas exquisitas- pudieron ser degustadas, hace apenas unos días, en Mesa Uno Restaurante. Realmente la propuesta fue más que interesante para los comensales, más si se tiene en cuenta que muchas veces este vegetal no siempre es el más ofrecido en los menúes.

Como no podía ser de otra manera, fue para el Festival del Alcaucil, que no sólo fue una invitación a comer rico, variado, descontracturado y sometido a técnicas inimaginables para lo que es en realidad la flor del cardo –ni más ni menos- sino que fue definido desde los organizadores como “un encuentro que celebra la unión entre la tierra, la cocina y las personas que las hacen posibles”. Al fin y al cabo, una de las típicas propuestas del chef anfitrión Alfredo Morales, quien desde que amplió sus horizontes gastronómicos, cocinando no sólo en San Juan sino también ahora en Mendoza, se unió a Bioconexión, una red fundada por Juan Ignacio Gerardi que nació para redefinir el rol del productor de alimentos en la sociedad y volver a conectar la gastronomía con su origen, su entorno, su territorio y su impacto.

En esta edición, si bien la batuta fue de Alfredo Morales se dio el gusto de convocar a otros colegas de su talla y que participaron de las cocciones: se sumaron Diego Vega de Casa Manuel Restaurante y como invitado de Mendoza, Carlos Hernández de Matorras cocina de Conservas y a la hora de los postres Mariana Baigorrí de Comeme y Leandro Tripolone, con su nuevo emprendimiento TM Pastelería Creativa. Ellos no fueron los únicos, ya que para completar el sentido a esta iniciativa deliciosa y justa con la tierra, fue el productor pocitano Pepe Cangialosi, que es un referente del rubro, considerado como alguien que “cultiva con compromiso”, el que aportó la materia prima más sana y cuidada a todo San Juan y sus alrededores.

 

El festival fue la excusa para celebrar una buena cosecha y disfrutar ya casi de los últimos alcauciles que van quedando de temporada –agendar que en noviembre se termina la producción, o sea que quedan sólo unos días más para probar algo en Mesa Uno-. En esta oportunidad, quien pasó por la puerta de la calle Mitre y Santiago del Estero pudo comprar su ticket y degustar los distintos platitos: una ensalada de alcauciles; alcauciles rebozados fritos; alcauciles a la parrilla con vinagreta; tortilla de alcauciles; lechoncito asado y crema de alcauciles; dos postres, chicha y los vinos Cara Sur, Elefante Wines, Canopus, entre otros. “Tomar y comer rico”, como lo resume su hacedor. También llevarse la receta y fundamentalmente su frasco de alcauciles en conservas del taller que esa misma mañana se dictó en ese mismo contexto.

¿Se podía pedir algo más para esta sencilla propuesta alrededor de tan noble alimento? Como si fuera poco, lo recaudado en el evento se destinó a la próxima acción solidaria (de este dream team conformado por Morales, Gerardi y también la comunicadora y Julieta Aguerregaray, a través de su proyecto Manos que Inspiran), que consistirá en la creación de una huerta en la Escuela Albergue Teniente Coronel Álvarez Condarco en Calingasta.

Fotos: colaboración Mesa Uno

 

** Beber con moderación. Prohibida la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años. **

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