Para ser parte de un negocio redondo
Las ollas y sartenes Essen relucen desde hace más de 40 años no sólo por la calidad sino por las estrategias de ventas. Llega a San Juan, Poly, una de las ejecutivas más exitosas de la firma en el país y sus alrededores, para contagiar a nuevas vendedoras. Agenda el día del encuentro.
No debe haber persona en este planeta que no añore cocinar en una Essen, la marca de ollas, sartenes y otros recipientes de aluminio fundido con una capa de vitrocerámico aptos para el fuego a temperatura que garantiza el éxito ante todo tipo de comensal.
Claro que para tener una, debe haber quien la venda. Justamente para este tipo de emprendedoras es esta noticia: tienen una cita imperdible con Pamela Spolidori, más conocida como Poly, considerada la “Empresaria Vip” de la firma nacional ya que tiene a su cargo una red, la Tribu (como se denominan), de 3500 personas que comercializan estas ollas, sartenes y otros accesorios de cocina no sólo en el territorio argentino sino además en algunos países de la región. Entre esas miles de vendedoras, está Andrea Terranova que además de ser actriz, docente universitaria, gestora cultural, funcionaria nacional del ámbito teatral, volleybolista, fundamentalmente es mamá de Clarita, Natalio y Pedro. Y, además de todo eso, es parte de Essen como Ejecutiva de Ventas. Ella fue quien le abrió las puertas de San Juan para que venga a contar todos sus secretos del negocio que le cambió la vida.
Poly nació en La Tablada, en 1986. Nobleza obliga decir que no tuvo una infancia fácil –además de pasar por varios cambios repentinos de domicilios y convivir con distintos parientes, tener que hacerse cargo de sus dos hermanos menores, pasar hambre y no llevar siempre una rutina de nena (por ejemplo terminó el secundario en el 2019), con todo lo que todo esto implica- sin embargo, por todo eso se convirtió en una sobreviviente. Y una “busca” como la define su amiga y colega sanjuanina. Hizo de todo camarera, costurera y en un Bingo en un casino. Fue mamá a los 21 años de sus dos grandes tesoros.
“Poly es un gran ejemplo y una gran inspiradora. Por una persona que hablaba de Essen en la tele, entró a ver de qué se trataba. Estaba desesperada, sin trabajo ella ni su pareja que había fundido su propio lavadero de autos y con mucho esfuerzo y dedicación se convirtió al cabo de un par de años en líder con su Tribu de miles de personas que gracias al negocio tienen su dinero para cumplir sueños y conseguir nuevos desafíos. Ella es la cabeza del equipo más exitoso de la marca en la actualidad, por eso viene a transmitir sus conocimientos –porque se ha capacitado y mucho no solo en venta, sino en coaching, manejo de grupos, etc- pero también su experiencia y todo lo que la hace tan feliz”, cuenta Andrea, su admiradora local.
Entre otros ítems, esta experta viene a detallar cuáles son las claves de este negocio y cómo formar un equipo exitoso que lleve al emprendimiento a la cima de las ventas. Ese día habrá una charla, un espacio de preguntas y si sobra tiempo, hasta quizás una demostración del uso de esta reconocida marca de batería de cocina. El objetivo final es sumar más vendedoras al equipo local, comandado por Terranova.
Para eso, hay que reservar un lugar para el próximo miércoles 24 de mayo, a las 18 horas, en el Gran Hotel Provincial. Para participar es fundamental hacer contacto con Andrea –a través de su Instagram @mansamadre.cocina- para demostrar el interés en el rubro, ya que los cupos son limitados. Aparte, este evento no tiene costo alguno.
Vale consignar que cualquier persona puede sumarse a los equipos de Essen. Casi que el único requisito es ser monotributista ya que deberá facturar la venta por la que se asegurará su ganancia de al menos un 25% del costo de cada olla –alrededor de 25 mil pesos, dependiendo del monto del objeto-. ‘No hay un mínimo ni un máximo de venta. Es un negocio en el que no tenés que invertir nada, solo te das el alta y empezás a vender y a tener buenas ganancias. Es solo eso, no hay estafas, ni nada raro. Todo depende del tiempo y la voluntad que uno le ponga”, agrega Andrea.
Las ollas más famosas
La historia de Essen no siempre fue exitosa. Su creador pasó por varias crisis y sacrificios hasta poder insertarlas y convertirlas en lo que hoy soy, un objeto de deseo, que inclusive se exportan.
Cuentan que todo comenzó con Wilder Yasci –hijo de Don Armando y Teresa Bompessi y hermano de Ito-, en Venado Tuerto, Santa Fe. Su padre fue obrero de una fábrica de cocinas de hierro, hasta que decidió independizarse, armando en el patio de su casa una fundición de aluminio para hacer objetos y herramientas a pedido.
Con el paso del tiempo y las demandas fueron eficientizando el trabajo entonces, cuando llegaron las cocinas a gas al país -que reemplazaron las de leña- hicieron mecheros o quemadores de aluminio fundido y en los ’60 se convirtieron en el emprendimiento del rubro más importante del país. Justamente en ese momento Wilde empezó a tener protagonismo, ya que se incorporó al negocio para lo cual tuvo que abandonar la carrera de músico. Él se dedicaba a la administración y ventas. En los ’70, con la irrupción de las cocinas importadas que ya traían quemadores, Wilder dio un volantazo al negocio que lo empujó a buscar un producto que pudiera vender sin depender de la aparición de otras cocinas ni de terceros. Durante muchos años viajaba al exterior buscando ese nuevo producto hasta que en 1977 descubrió en Nueva York unas cacerolas fundidas que lo alucinaron. Los Yasci tardaron tres años en replicarla ya que tuvieron que inventar la maquinaria puntual. Tampoco se comercializaron de inmediato las flamantes ollas amarillas y de alta durabilidad, Por meses estuvieron esperando comprador en la vidriera de un bazar en Venado Tuerto. La gente las veían raras porque eran feas, pesadas, gruesas y caras.
Todo cambió cuando Mirta, la esposa de Wilmer, hizo que se le prendiera la lamparita aquella vez que resumiendo su día, le contó que había tenido una tarde maravillosa en la casa de su profesora de cocina y una señora que hizo una demostración de productos Tupperware. Ella fue una de las tantas que compró varios. Como buen emprendedor, el empresario detectó esa señal como la fórmula que tanto anhelaba para que su negocio funcione. En lugar de ofrecer los productos en un local, el secreto estaba en el asesoramiento, en la demostración y en la venta directa puerta a puerta. Entonces agarró una canasta, una cacerola, arroz y verduras y se fue a Sancti Spiritu, un pueblo vecino de Venado Tuerto, y así le vendió las primeras 10 cacerolas en la casa de Tati Martínez, la directora del colegio del pueblo. Ese año, 1980, produjeron 300 cacerolas. Cinco años más tarde comenzaron a exportar a Uruguay, después a Paraguay, Bolivia y últimamente a Perú. Además están haciendo una prueba piloto en Estados Unidos.
Según trascendió, en 2020 facturaron ventas en Latinoamérica por 65.500.000 de dólares, pese a la pandemia. En Essen trabajan casi 400 empleados y cuenta con unos 20.000 emprendedores, quienes hacen las demostraciones del producto en toda la región. El 95% son mujeres. Más de 20 millones de cacerolas Essen fueron vendidas desde sus comienzos, las que mantienen su esencia, aunque cambió un poco el diseño y se animaron a probarlas en otros colores que las hacen más atractivas aún.
El nombre
Teresa –la mamá de Wilmer- fue quien bautizó el producto. Ella es descendiente de alemanes y le bastó el recuerdo de su madre llamándola a comer a ella. Les decía «Kinder, kommt essen!» (¡Chicos, vengan a comer!). Essen significa «comer» en alemán.
Las ollas tienen entre otras ventajas la cualidad de que son de aluminio –un material 100% reciclable- que es un muy buen conductor del calor y por el espesor, son extraordinarias a la hora de cocinar rápido y con menos consumo de gas. Se adaptan a todo tipo de preparación.
** Beber con moderación. Prohibida la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años. **